El quellonino

1 de diciembre de 2020

La pizza: una receta fenomenal que trasciende fronteras

Hablar de la pizza es hablar de momentos. Momentos donde la amistad se enaltece, momentos donde las relaciones personales experimentan sensaciones únicas, momentos de diversión y felicidad. La pizza es más que un simple plato, es un tren de experiencias que, socialmente, han derivado en la representación más pura de la amistad durante un viernes […]

Hablar de la pizza es hablar de momentos. Momentos donde la amistad se enaltece, momentos donde las relaciones personales experimentan sensaciones únicas, momentos de diversión y felicidad. La pizza es más que un simple plato, es un tren de experiencias que, socialmente, han derivado en la representación más pura de la amistad durante un viernes por la noche. Las cadenas de reparto de comida tienen entre las opciones más pedidas pizzas de todo tipo y de todos los tamaños.

Lo especial es que esto no ocurre en sólo un país en específico. La popularidad de la pizza es tan grande que ha logrado ser la opción predilecta de personas en el continente americano, en Europa e incluso también en ciertas partes de Asia. Pero, ¿cómo la pizza consiguió el trono como una de las comidas más reconocidas a nivel internacional? ¿A quién le debemos la posibilidad de pedir pizza en casi cualquier parte del mundo? La respuesta está más adelante.

Los orígenes de un plato amado por todos

La pizza ha sufrido diferentes cambios en sus recetas a lo largo de los años. Cada cultura le da un toque específico que la distingue del resto, pero a grandes rasgos, la base de esta comida sigue siendo la misma. Todos asociamos la pizza con la cultura italiana, pero la realidad es que la mayoría de las opciones disponibles en la actualidad distan mucho de lo que es una verdadera pizza napolitana.

Y es precisamente en Nápoles donde nace este manjar. Los napolitanos cenaban, almorzaban e incluso desayunaban pizza. La receta más purista de este plato se encuentra en lo profundo de la ciudad de Nápoles, pero esta fue mudando a medida que se alejaba de su lugar de origen. En un principio, la pizza era considerada alimento «para personas pobres», pero esto cambió cuando ciertos reyes de la época decidieron construir hornos en sus hogares con la única intención de deleitar una pizza casera recién hecha.

Dicho esto, la pizza se consolidó en cada rincón de Italia para mediados del siglo XVIII. El mundo nunca ha negado la calidad culinaria de la cocina italiana. Por eso, ciertas oleadas de inmigrantes italianos alrededor del planeta recibieron una buena acogida en países como Estados Unidos y otros lugares de América.

Fue entonces cuando la pizza explotó: su popularidad en Estados Unidos fue tan grande que ya para 1920 se consideraba el mejor plato para los banquetes festivos. Es aquí donde nace el concepto de la pizza como comida para celebrar y para compartir. Su auge era indetenible y fue aprovechado por el modelo capitalista para popularizar las pizzerías a nivel global.

Por supuesto, los estadounidenses agregaron ciertos ingredientes que distaban mucho de una verdadera pizza italiana, pero esto no detuvo que los comensales se deleiten con un sabor digno de ser admirado.