Paul Pogba, campeón del mundo en 2018 con Francia y figura en la Juventus, enfrenta una suspensión de cuatro años después de dar positivo en testosterona durante un partido contra el Udinese en agosto de 2023. El futbolista, quien volvió a dar positivo en el contraanálisis realizado en septiembre del mismo año, ha estado suspendido cautelarmente mientras se llevaba a cabo la investigación de la Fiscalía Antidopaje Italiana (NADO).

​A pesar de especulaciones sobre un posible acuerdo para evitar el proceso, Pogba ha aceptado la pena solicitada por la fiscalía, dejando en duda su futuro en el fútbol. Con 31 años y un contrato vigente con la Juventus hasta 2026, el regreso de Pogba a Italia en 2022 desde el Manchester United ahora se ve empañado por esta sanción.

El centrocampista francés dio positivo por una nueva sustancia, Dhea, también conocida como la "hormona de la juventud", en el contraanálisis. Esta revelación ha cambiado el curso de su defensa, ahora apuntando hacia un posible suplemento contaminado como causa del resultado positivo.

El Tribunal Nacional Antidopaje decretó la suspensión inmediata de Pogba el mismo día en que se confirmó su positivo por testosterona en el partido contra el Udinese en agosto. Se le atribuyó la violación de los códigos deportivos que prohíben el uso y el intento de consumo de sustancias prohibidas.