En el Tribunal Oral en lo Penal de Castro se llevó a cabo el juicio contra un individuo de 29 años acusado de un ataque sexual a una adolescente en un bus que se dirigía desde Castro a Quellón. La prueba testimonial presentada en la audiencia fue determinante para establecer la responsabilidad del sujeto en este lamentable suceso. Según lo establecido por la magistrada Loreto Yáñez, el incidente tuvo lugar el 23 de mayo del 2024, cuando la joven víctima se trasladaba hacia el sector Natri, en la comuna de Chonchi. Durante el trayecto, el acusado se sentó junto a ella y llevó a cabo actos de connotación sexual. A pesar de que la afectada logró bajarse en su paradero, reveló lo sucedido a su padre y procedió a presentar una denuncia. La rápida acción de las autoridades y ciudadanos permitió retener al agresor en el terminal de buses porteño, donde fue reducido por los usuarios del rodoviario. El fiscal Andreas Kusch postuló que el acusado cometió un abuso sexual por sorpresa, lo que llevó a una recalificación del delito inicialmente imputado. El defensor del individuo, Juan Manuel Castro, argumentó que no existían pruebas suficientes para respaldar los cargos en su contra. Finalmente, tras un veredicto condenatorio, se discutió la medida a tomar. Mientras que la defensa solicitó que se considere el tiempo que el acusado lleva en internación provisional como parte de su pena, el Ministerio Público pidió una medida de seguridad de 2 años en un recinto sanitario. El fallo se adelantó para resolver esta situación y, según Álex Contreras, coordinador del Centro de Apoyo a Víctimas de Delitos (CAVD), lo más importante para la víctima era lograr un veredicto condenatorio que reconociera la agresión sexual sufrida. Contreras también destacó el trabajo realizado para acompañar y apoyar a la adolescente y a su familia tras este traumático evento. Se brindó asistencia social, psicológica y legal para ayudarles a superar los efectos negativos del delito. En resumen, este caso ha sido un paso significativo hacia la justicia para la víctima y sus seres queridos, demostrando que la sociedad no tolera ni pasa por alto este tipo de comportamientos violentos e inaceptables. Fuente: SoyChile Chiloe
En el Tribunal Oral en lo Penal de Castro se llevó a cabo el juicio contra un individuo de 29 años acusado de un ataque sexual a una adolescente en un bus que se dirigía desde Castro a Quellón. La prueba testimonial presentada en la audiencia fue determinante para establecer la responsabilidad del sujeto en este lamentable suceso. Según lo establecido por la magistrada Loreto Yáñez, el incidente tuvo lugar el 23 de mayo del 2024, cuando la joven víctima se trasladaba hacia el sector Natri, en la comuna de Chonchi. Durante el trayecto, el acusado se sentó junto a ella y llevó a cabo actos de connotación sexual. A pesar de que la afectada logró bajarse en su paradero, reveló lo sucedido a su padre y procedió a presentar una denuncia. La rápida acción de las autoridades y ciudadanos permitió retener al agresor en el terminal de buses porteño, donde fue reducido por los usuarios del rodoviario. El fiscal Andreas Kusch postuló que el acusado cometió un abuso sexual por sorpresa, lo que llevó a una recalificación del delito inicialmente imputado. El defensor del individuo, Juan Manuel Castro, argumentó que no existían pruebas suficientes para respaldar los cargos en su contra. Finalmente, tras un veredicto condenatorio, se discutió la medida a tomar. Mientras que la defensa solicitó que se considere el tiempo que el acusado lleva en internación provisional como parte de su pena, el Ministerio Público pidió una medida de seguridad de 2 años en un recinto sanitario. El fallo se adelantó para resolver esta situación y, según Álex Contreras, coordinador del Centro de Apoyo a Víctimas de Delitos (CAVD), lo más importante para la víctima era lograr un veredicto condenatorio que reconociera la agresión sexual sufrida. Contreras también destacó el trabajo realizado para acompañar y apoyar a la adolescente y a su familia tras este traumático evento. Se brindó asistencia social, psicológica y legal para ayudarles a superar los efectos negativos del delito. En resumen, este caso ha sido un paso significativo hacia la justicia para la víctima y sus seres queridos, demostrando que la sociedad no tolera ni pasa por alto este tipo de comportamientos violentos e inaceptables. Fuente: SoyChile Chiloe