Hoy viernes, la Nunciatura Apostólica en Chile informó que el Papa Francisco aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de San Bartolomé de Chillán, presentada por Monseñor Carlos Pellegrín Barrera; y la dimisión al gobierno pastoral de la diócesis de San Felipe, presentada por Monseñor Cristián Contreras Molina.
De esta manera, el Sumo Pontífice nombró administradores apostólicos de estas diócesis a Sergio Pérez de Arce (Chillán) y Jaime Ortiz de Lazcano (San Felipe).
Cabe destacar que un administrador apostólico es un obispo o un presbítero nombrado por el Papa para administrar una diócesis que se encuentra en situación de sede vacante, es decir, sin su obispo o arzobispo residencial. Se trata de nombramientos para sedes vacantes “a voluntad de la Santa Sede” (ad nutum Sanctae Sedis) y hasta que el Papa provea un nuevo obispo para el gobierno pastoral de las jurisdicciones.
El administrador apostólico goza de derechos y obligaciones semejantes a las del obispo residencial, con algunas excepciones que determina el Código de Derecho Canónico, y forman parte de la Conferencia Episcopal.
Estas renuncias se suman a las anunciadas anteriormente de los obispos de Osorno, Juan Barros; en Valparaíso de Gonzalo Duarte; en Puerto Montt la de Cristián Caro; en Rancagua la de Alejandro Goic; y en Talca la de Horacio Valenzuela.
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