A más de 15 meses de la detención de dos sujetos sindicados como presuntos autores de varios ataques sexuales brutales contra una niñita en la comunidad rural de Coipomó, localidad ubicada a aproximadamente 20 kilómetros al suroeste de la ciudad Ancud y tristemente conocida por otros casos aberrantes de similares características, durante esta semana partió el juicio oral para ambos acusados.
Tal y como consignó preliminarmente el año pasado el medio La Opinión de Chiloé, los presuntos pederastas identificados como L.A.A.N. (57 años) y A.S.F.R. (65 años) respectivamente, fueron detenidos luego de indagatorias por varios meses realizadas por detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores, Brisexme, de la PDI de Ancud, todo tras la denuncia de familiares que los acusaron de protagonizar los delitos de violación y abuso sexual en carácter de reiterado en contra de una niña de 9 años de edad.
Los ilícitos habrían ocurrido durante los meses de enero y febrero de 2017. El sujeto de 57 años, que es vecino de la familia, habría abusado sexualmente y violado en reiteradas ocasiones a la pequeña cuando ella salía a jugar, engañándola para llevarla a su campo y proceder a atacarla. Él afirma que aquello jamás ocurrió y sólo reconoció que en una oportunidad “abrazó” a la pequeña tocándola en sus rodillas porque según él, tanto ella como otro menor que la acompañaba, se le abalanzaron en gesto de “cariño”.
Respecto al imputado de 65 años —que había sido capturado en Osorno— se le acusa de realizar tocaciones de connotación sexual y violaciones en carácter de reiterado mientras estuvo trabajando en Coipomó, aunque en otro lugar distinto al del anterior sujeto. Él niega autoría aseverando que no estuvo en el lugar trabajando en el verano de 2017, sino que en esas fechas estaba en Puerto Montt; la Fiscalía sin embargo, señala que existen datos que confirmarían que sí fue visto en el sector rural y que procedió a perpetrar los ultrajes.
Lo impactante del caso es que antecedentes de la causa expuestos por el Ministerio Público develarían que, además de las pericias psicológicas y sexológicas, existiría un testigo clave: el otro niño de 9 años que en varias ocasiones acompañaba a la víctima a jugar. Para ambos imputados se pide 7 años de presidio por el delito de abuso sexual impropio a menor de 14 años y por el delito de violación impropia de menor de 14 años se solicita 13 años de presidio.
Hay que aclarar que este juicio no está relacionado con la detención ese mismo verano de J.C.B.M. (53 años), violador condenado que vivía en Coipomó y que habría abusado de su sobrina de 12 años de edad. Lo insólito de esa denuncia es que, a pesar de las existencia de dos condenas anteriores por ataques sexuales, la menor era dejada al cuidado del delincuente por sus padres quienes siempre lo defendieron acosando o denostanto, incluso, a las víctimas de este violador, hasta que su propia hija se atrevió a contar que ahora ella era una más (ver nota relacionada).
Fuente: La Opinión de Chiloé
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