Jorge Mansilla desapareció en 2006 y sus restos fueron hallados en 2008, sin que aún se sepa qué pasó.
Para los siguientes días se espera la resolución de un peritaje clave, que podría poner en la recta final, el extraño caso de la desaparición y muerte de Jorge Mansilla Miranda, ocurrida el 2008.
La víctima, de 40 años y voluntario de la 1° Compañía de Quellón, fue encontrada el 1 de noviembre de 2008 en el sector de Quemay, comuna de Queilen, isla de Chiloé, bajo una quebrada. Eso, luego de que su familia denunciara su desaparición dos años antes, el 20 de mayo del 2006.
Luego, sus restos han permanecido durante 10 años en el Servicio Médico Legal (SML) de Santiago, a la espera de todos los peritajes forenses que permitan dilucidar lo sucedido.
El fiscal de Castro, Enrique Canales, confirmó las diligencias que se esperan. “Una vez que aquel procedimiento esté agotado, vamos a estar en condiciones de entregar los restos de don Jorge a su familia. Queremos saber si con la diligencia, más otros antecedentes que se han acumulado, podemos obtener un pronunciamiento de la dinámica que causó su muerte”.
El persecutor añadió que “se trata de una pericia criminodinámica, pero hay otra línea que está enfocada en hipótesis que han aparecido y antecedentes que han sido aportados por la familia”.
Falla mecánica
De acuerdo al relato de un testigo, cerca de las 22 horas del 20 de mayo de 2006, Mansilla solicitó ayuda por una falla técnica de su camión. El bombero iba de regreso hacia Quellón y ocupó un atajo para conectar con la Ruta 5 Sur, en el camino de Díaz-Lira. Ahí se le perdió el rastro. Nunca más se le vio con vida.
La comunidad de Quellón se volcó en su búsqueda. Tres fiscales llevaron el caso y diversas unidades de policías y personal experto en la materia realizaron diligencias para obtener algún dato concreto, pero se encontraron con una comunidad hermética y escasos testigos.
Sergio Coronado, abogado defensor de la familia del bombero, dijo que “lo primero es volver a realizar el peritaje a las ropas, porque presentan ciertos cortes que a nuestro juicio son indicativos de un actuar violento. En la actualidad, la técnica de la microscopia del barrido electrónico, que detecta trazos de metal que quedan en las ropas, permite determinar una posible dinámica de agresión”.
El profesional agregó que “también solicitamos que esta misma pericia sea aplicada a los restos óseos; a través de esa observación vamos a poder determinar los patrones de daño que presenta el tronco superior y así reconstruir una hipótesis real de lo que ocurrió”.
De acuerdo a lo señalado por el SML, desde 2008 que los restos del voluntario permanecen en Santiago, en la Unidad Especial de Identificación Forense, a la espera de que se agoten todas las diligencias en torno al caso.
Durante 12 años la familia Mansilla ha intentado aclarar lo sucedido. Yuri Mansilla, su hermano, señaló que “hay muchas diligencias inconclusas, declaraciones inconsistentes, peritajes que se deben hacer de nuevo, los primeros días fueron clave en su desaparición”.
Fuente: La Tercera
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