Con precautorias de menor intensidad quedó un joven sindicado como el responsable de desprender un trozo de nariz a otro sujeto, en medio de un feroz altercado al interior de un domicilio en pleno horario de toque de queda en Quellón. Fue formalizado por lesiones graves y la víctima también sería indagada por esta pelea.

Lo que parecía un encuentro social tranquilo, en una casa en pleno radio urbano porteño, derivó en insultos y golpes de pies y puños por rencillas entre los intervinientes.

Así lo describió la fiscal (s) Paulina Otero, quien instruyó las diligencias iniciales, enfatizando que todo se dio en contexto «de un evento familiar donde se produce una discusión que se transforma en una riña, entre la víctima y el cuñado de su pareja. Ambos mantienen lesiones, pero el principal afectado sufrió, según los datos que se barajan, una fuerte mordida por parte del imputado».

En el detalle de lesiones, la persecutora recalcó que el calbucano de 25 años resultó con «un desprendimiento de la zona distal de la nariz», advirtiendo también que el encartado tuvo contusiones de carácter leve.

Debido al profuso sangrado nasal, el joven se trasladó por sus medios al Hospital de Quellón, mientras que el resto de los invitados a la reunión se mantuvo en la vivienda. Posteriormente, se retiró del lugar el otro interviniente -oriundo de la comuna del sur de la Isla- en la pelea junto a su pareja.

La denuncia fue interpuesta ante Carabineros de la Sexta Comisaría local, siendo específicamente efectivos de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) los encargados de realizar las pesquisas que dieron con la dirección del quellonino. Fue detenido en flagrancia tras el ingreso voluntario a su casa.

Gracias a la evidencia médica y las pruebas presentadas por los funcionarios policiales, la representante del Ministerio Público encausó por lesiones graves al chilote que esta semana cumple 26 años.

AUDIENCIA

El isleño, como dispuso el magistrado José Milanca en la audiencia remota realizada en el Juzgado Mixto local, quedó con las cautelares de firma mensual ante Carabineros de Quellón y prohibición de acercarse a la víctima.

De acuerdo a lo explicado por Otero, estas medidas responden «a que todavía no está bien clara la dinámica; por ello el tribunal estimó que son suficientes para resguardar la integridad física del afectado hasta que se esclarezcan los hechos por parte de la diligencias de la SIP».

Incluso, dentro de las pesquisas que se aguardan se encuentra la toma de declaración de los intervinientes a la fiesta, ya que a esta altura procesal solo se contaría con el testimonio del oriundo de Calbuco y su conviviente. Es más, no se descartó una futura ampliación de la indagatoria.

«La víctima no estaba en condiciones para ser formalizadas y tampoco existe una denuncia previa por el encartado, por ello solo se sigue por ahora la investigación por las lesiones graves», aclaró la abogada, sumando que «faltan antecedentes objetivos para establecer bien de qué se trató la dinámica del hecho y la participación de cada uno».

DEFENSA

El defensor Daniel Henríquez, puntualizó que fue rechazada la solicitud del Ministerio Público de arresto total para el imputado. «Nos opusimos a esta petición, ya que estimamos que es claramente desproporcionada, puesto que mi representado no tiene antecedentes penales», aclaró. Además, dijo que «los datos de la causa que son declaraciones de testigos, señalan que hubo una riña en que ambos resultaron lesionados, lo que también queda demostrado en los partes médicos». Otro argumento fue que ante una prognosis de pena, la sanción no sería de carácter efectivo.