Huaso, la figura más representativa de los chilenos

El Huaso representa la imágen más clásica del chileno tradicional, algo así como el charro lo es en méxico o el vaquero en los Estados Unidos.

En este sentido, la figura del Huaso es representada por un hombre a caballo, misma que se remonta al jinete andaluz que se trasladó a América con el proceso de conquista y colonia.

Debido a que esta figura se incorporó como parte del continente latinoamericano, en distintas ubicaciones geográficas, este obtuvo matices muy específicos que conformaron la imagen señera de los correspondientes territorios nacionales.

Asimismo, en el 1918 se consideraba al huaso como un «campesino mal vestido, enrevesado para hablar, pero alegre y picaresco«.

Este personaje tan estereotipado, que denota un origen rural, y por lo tanto (dirían muchos) «probablemente inculto«, que no se encuentra al corriente de los usos y formas convencionales, también refleja una suerte de vivacidad, espontaneidad y sanos sentimientos..

Con el paso de los años, la imagen del Huaso se colocó en un pedestal, quien más allá de considerarse ingenuo o inocente, se empezó a vincular directamente al campesino montado y, por lo tanto, poderoso.

Posteriormente, se convirtió en un personaje viril, bien puesto, fuerte y suntuosamente vestido; con manta española, delicadas y firmes botas, cuidadas espuelas y montura de calidad.

El huaso, quien es un símbolo del valle central de Chile, se convirtió en el símbolo de los valores de todo el territorio nacional; de los grandes fundos y la tradición de esas tierras.

La música que lo representa, especialmente la cueca y la tonada, se convirtió en el símbolo de Chile.

En este proceso, la representación musical jugó un papel fundamental, de hecho, la agrupación Los Cuatro Huasos, tuvieron un rol importante en la presentación de la imagen de este personaje.

Luego, Los Huasos Quincheros, Los hermanos Barrientos, Raúl Gardy, Los Hermanos Campos, y todos los intérpretes de música tradicional chilena, asumieron el personaje del huaso.

De esta manera, al Huaso se le adjudicó el mérito representativo de lo nacional, del hombre tradicional chileno.