Evento se repitió dos veces en julio. Funcionarios del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) tomaron muestras para determinar las causas del hecho. Vecinos están preocupados por la repetición de este fenómeno.
Una posible intoxicación o la acción de terceros son parte de las hipótesis que se manejan para intentar explicar dos eventos de muertes masivas de aves que se produjeron en el sector Candelaria, específicamente en el estero Huildad de Quellón.
A cormoranes imperiales (eucocarbo atriceps), yeco (Phalacrocorax brasilianus) y también pimpollos (Rollandia rolland) pertenecen los ejemplares encontrados en el borde costero, situación que está siendo analizada por profesionales del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) que se constituyeron en el lugar para tomar muestras. El pasado 7 de julio se produjo el primer hallazgo de un gran número de aves muertas -se estimó entre las 70 y las 100- situación que se repitió en las últimas horas con una cantidad similar de ejemplares y que fue denunciada a la Capitanía de Puerto de Quellón.
Claudia Zúñiga, capitán de puerto, explicó que «recibimos una denuncia por parte de uno de los pobladores del sector Candelaria, donde nos informaba la presencia de alrededor de 40 aves de especie cormorán las que se encontraban muertas en el borde costero».
Junto con ello, mencionó que «hicimos un patrullaje en el sector para corroborar esta información y efectivamente estaba n estas aves lamentablemente muertas.
Coordinamos con el SAG (Servicio Agrícola y Ganadero) y se hizo un recorrido por el sector, personal especialista de este servicio tomó muestras de estos animales y posteriormente se las llevaron a un laboratorio para los análisis de rigor».
El oficial también comentó que «nosotros por nuestra parte realizamos el parte denuncia correspondiente a la Fiscalía para establecer las causas que generaron este lamentable hecho. Hacemos un llamado a la comunidad a denunciar este tipo de hechos que ponen en grave riesgo a fauna que está en el ambiente litoral».
Ignacio Silva, veterinario de la ONG Chiloé Protegido, detalló que en cada uno de los eventos los vecinos realizaron la denuncia y al lugar llegó personal especializado para la toma de muestras.
«Ellos viven aquí todo el año, ellos anidan en un sectory después van a los alrededores a alimentarse, van a océanos abiertos, ellos son zambullidores, se sumergen y comen peces y lo que está en el suelo marino», argumentó el profesional.