En prisión preventiva quedó un joven tras ser encausado por aberrantes ataques sexuales contra dos sobrinos. Una pesadilla sistemática que sufrieron los menores desde que tenían apenas 5 años, cuando se quedaban al cuidado de este sujeto, en la casa de su abuela ubicada en el sector San Agustín de Puqueldón.
Solo este año se registró la develación por parte de las víctimas, una vez que compartieron sus dolorosas experiencias. Junto con enterarse que ambos habían sido agredidos, incluso de manera paralela, decidieron contar todo a su padre, quien estampó la denuncia respectiva.
Detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisex) de Ancud se encargaron de las pericias que permitieron reunir antecedentes contundentes para proceder a la judicialización del caso.
Así lo explicó el fiscal Fernando Metzner, quien sustanció la audiencia realizada ayer vía remota con el Juzgado de Garantía de Castro, en que el imputado de 32 años fue formalizado por abusos infantiles reiterados contra los hermanos, más violación impropia reiterada contra el niño.
Los hechos se remontan desde el 2006. Además, el persecutor recalcó que la unidad especializada de la policía civil realizó «todas las diligencias de manera intensa reuniendo antecedentes contundentes que se lograron recabar en un periodo de unos dos meses y medio y que terminaron con la orden de detención contra el imputado».
Dentro de la evidencia recopilada se encuentra el informe sexológico del menor, las conclusiones policiales y las declaraciones de los hoy adolescentes. «También existe información de contexto que reafirma lo relatado por los afectados, lo que es importante en delitos como estos en que nunca hay testigos presenciales», explicó el abogado.
Por la gravedad de los ilícitos, la pena asignada a los mismos y por estimar que su libertad constituye un peligro para la seguridad de las víctimas y la sociedad, el representante del Ministerio Público invocó la cautelar más gravosa contra el encartado.